lunes, 27 de agosto de 2018

Ética y poder




ÉTICA y PODER

El hombre puede transitar desde la esfera de “la necesidad” hasta la esfera de “la libertad”, a través de los juicios que realice, es decir, la transcendencia sería desde la realidad de lo natural que se le  impone, a la esfera de lo espiritual, a la cual se impone él mismo ya que “la moral y la espiritualidad se constituyen a partir de esa capacidad de imposición que se tiene”.  Emeterio Gómez (2005).


El Poder embiste como animal salvaje
mientras más golpea, más fuerte estará;

La Ética nos da la base de hierro
que soporta el golpe y nos hace fuertes.

El Poder se ciega con muchos adeptos,
tanto que aniquila la base de su “Reino”.

La Ética es humilde, está al servicio de todos,
entiende al Ser Humano en su comportamiento.

El Poder aliena la conciencia del Pueblo,
La Ética provee libertad de conciencia.

Ilustro la lucha de la Ética y Poder de este Régimen
como un edificio de 50 pisos:

El hambre en el sótano succiona de prisa
al Pueblo que vive en los primeros pisos;
No tienen comida, tampoco salud,
el hampa los mata, ¡muchos son el hampa!

No van a la escuela, presos de ignorancia,
el  trabajo decente se esfuma en sus caras,
no les llega el agua tampoco la  luz,
no tienen conciencia de esa realidad.

Nadie se hace amigo, carecen de confianza,
el arte, la estética están lejos de casa;
confunden a Dios con actos satánicos,
les cuesta discernir entre lo bueno y lo malo.

¿Cómo el Pueblo conocerá a la Ética?
¡Si Pueblo sobrevive anclado en el foso,
Ética habita en los pisos más altos!

Ética no es utopía, existe, es visible,
alcanzarla  requiere de mucha voluntad,
subir con firmeza, uno a uno los pisos
superar las trabas que el Régimen coloca,
a él no le conviene que Pueblo la conozca.

Poder oprime al Pueblo, lo veja y doblega,
¡retuerce su  psique hasta que se muera!
lo hace sin piedad, flemáticamente,
¡El Régimen sabe que es su vida o la de ellos!

No es fácil que un Pueblo sin educación,
suba tantos pisos pues no hay ascensor,
que se eleve tan rápido y con sobrecarga
de oprobio, de vicios y mucha basura.

La norma es dejar lo que ya no sirva,
tirarlo en la fosa, hundirlo en el hambre,
vestirse de nuevo, tener esperanza,
formarse en valores, no en ideologías.

Una vez arriba, pueden abrazarse:
Ética y Pueblo, adiós los chantajes...
Pueblo aprenderá que su comportamiento
pegado a la ética es VICTORIA GRANDE.

Una vida digna amerita esfuerzo,
no más recovecos para transitar,
menos de Mesías que ostenten el Poder
que sólo den migajas a costa de su Ser.